jueves, 27 de marzo de 2008

Situación crítica entre empresarios del campo y el Gobierno nacional


UN CONFLICTO CON MÚLTIPLES ACTORES

Se desmadró el país, una vez más. Nuevamente, como en anteriores ocasiones a lo largo de nuestra historia, sectores poderosos del campo incidieron en que esto así sucediese. Aunque en esta cita con el caos, cierta actitud soberbia emanada por el Gobierno Nacional también tuvo su decisiva cuota de responsabilidad.

Esa misma soberbia que tantos dirigentes exhortaron a que supieran acaso suavizar, tanto Néstor Kirchner como Cristina Fernández. Y que, con los hechos a la vista, queda claro que no se ha sabido – o querido – modificar.

Poco tiempo después de la asunción presidencial de Cristina, Carlos Heller, Eduardo Buzzi en representación de la Federación Agraria Argentina, y otros cuadros sociales de relativa cercanía – y hasta reconocida simpatía en algunos casos – hacia la actual primer mandataria, se reunieron con la citada para solicitarle una profunda evaluación de la situación de pequeños y medianos productores del campo argentino. Con el propósito de que se tomasen medidas, claro está, tendientes al mejoramiento de las condiciones generales para su producción y rentabilidad, en un contexto de padecimiento de groseros manejos oligopólicos de unos pocos poderosos, nucleados por la anacrónica, golpista y neoconservadora Sociedad Rural Argentina. Además de los grandes grupos empresariales extranjeros, firmas éstas que se han venido dedicando, en su inmensa mayoría, a la explotación de la soja, para amasar rápidas fortunas, en proyectos totalmente cortoplacistas, indiferentes frente a la pauperización de la tierra que la sojización continuada es capaz de generar.

Si el Gobierno hubiera sido capaz de saber distinguir entre la realidad de los pequeños productores con la de los tradicionales integrantes de la “oligarquía vacuna”, quizá se habría evitado este inmenso dolor de cabeza, que puede llevar hacia un horizonte demasiado débil en cuanto a la credibilidad presidencial frente a los ojos de una buena parte de la sociedad argentina.

Meter a todos en la misma bolsa es un gesto, cuando menos, de miopía ejecutiva.

No obstante, de los errores se aprende. Y se aprende con humildad. O se debe aprender a ser un poco más humilde, en todo caso.

Del otro lado, nada nuevo: La derecha argentina que levanta las banderas de la democracia y la libre empresa, pero que no es sino un sofisma histórico para ocultar el verdadero mensaje que han conseguido instalar tantas veces en nuestra historia: Democracia para el beneficio de unos pocos y el sacrificio de muchos; libre empresa para el enriquecimiento de contadas familias, y las penurias de millones.

El error del cual no será fácil salir para la Presidenta, radica en no haber garantizado un trato diferencial para pequeños y medianos productores del campo, con menores retenciones para éstos y mayores para los pooles de siembra y grandes terratenientes.

Mención especial para las auténticas fuerzas de choque del Gobierno, lideradas por personajes de la talla de Luis D´Elía, Emilio Pérsico, o hasta Hugo Moyano. Un desagradable espejismo de ciertas actitudes repudiables del peor pejotismo de antaño.

Mención dos: Luciano Míguens, titular de la S.R.A. Quien suscribe estas líneas, pudo prestar atención a éste en un canal televisivo de circuito cerrado, ligado al agro, allá por el año 2005, subrayar que la población argentina “debe acostumbrarse a consumir NUEVOS CORTES de carne, aún NO CONOCIDOS” por el mercado interno, puesto que “desde el lomo hasta la paleta deben ser destinadas a la exportación”. Ese es su proyecto y el de los de su clase. Ese NO PUEDE SER el proyecto de los argentinos que piensan en el bienestar auténtico de todos los argentinos.

Por ahora hay un aparente vencido, pero ningún claro vencedor. Mejor así.
Deseo que esto no sea terreno para especuladores políticos, como Mauricio Macri o Elisa Carrió por citar casos emblemáticos. En el caso de la ex candidata a Presidente, con su aparente discurso pacifista, cuando en verdad tiende a la agudización de las discordias entre pares. Otro rancio exponente es Eduardo Duhalde, quien ayer tuvo el arrojo de salir a lisonjear públicamente a los empresarios del campo, en un momento en el cual ardía el clima interno.

Son de los que pretenden apagar el fuego con nafta, tranquilos por que no son ellos los que gobiernan. Así es muy fácil, y ésa no es la oposición coherente que necesita una nación a la búsqueda de su crecimiento general.

El eje central al que nadie alude, y que origina la raíz del conflicto aquí señalado, se llama Economía de Mercado.

Alguna vez, quien tenga un contundente proyecto de país igualitario, tendrá que definirse a favor de la Reforma Agraria, la cooperativización de los pequeños productores, el reparto de las grandes extensiones de tierras productivas entre pequeños, medianos productores y peones de campo, y la consiguiente expropiación de tierras de terratenientes, tanto nacionales como extranjeros. Que son casi lo peor que le ha podido ocurrir a la historia de la agro-ganadería nacional.

Y la consecuente expulsión, sin más, de éstos citados integrantes de la clase oligárquica latifundista, fuera del país.

Sólo un pueblo que goce de plena Justicia Social en todos sus aspectos, es capaz de crear las condiciones para el enaltecimiento de todos, sin excepción. Con trabajo digno, y con ganancias lo suficientemente justas como para una vida confortable. Sin la exhuberancia ni la impudicia que propicia la ostentación de riquezas desmedidas. E inmorales, por donde se las mire.

Hay que reinstalar la Reforma Agraria como vía hacia la socialización de la producción rural, a favor de los pequeños productores y de los que menos tienen y nadie menciona, es decir, los peones de campo y sus familias, de miserables salarios y una historia de privaciones, hambre y restricción en el acceso a la educación como todo ciudadano merece alcanzar.

Muchos pelean por ganar posiciones de poder, pero casi nadie plantea con cojones por dónde transita la solución de fondo, que suele ser la más antipática y hasta dolorosa a los ojos de los pícaros de siempre, pero la mejor, le pese a quien le pese.

lunes, 24 de marzo de 2008

Un 24 de Marzo...

Un 24 de Marzo de 1976, se instauró algo más que una dictadura militar. Se instauró algo más que el macabro Proceso de Reorganización Nacional, así considerado por sus ideólogos, benefactores y por una muy nutrida porción del pueblo argentino. El cual, innegablemente es de mayoritaria e histórica tendencia fascistoide-conservadores. De proyección liberal en materia económica siempre y cuando ese liberalismo les llene los bolsillos de manera fácil y pronta, pero de pensamiento y moral conservadora pseudo fascista.

Así, engendraron múltiples golpes de Estado, múltiples desfiles de botas copando las calles, cerrando los locales de partidos políticos, silenciando las voces del pueblo y su natural derecho a la protesta y a la rebelión contra aquello que los somete injustamente.

Grandes grupos empresarios, alto clero de la iglesia apostólica romana, FF.AA. salvo honrosas excepciones, empresariado del campo liderados por la Sociedad Rural Argentina, sectores de la "crema" del periodismo formador de opinión (Mariano Grondona, Bernardo Neustadt por citar los dos casos más emblemáticos y rancios) y financistas extranjeros, sumados al inefable Departamento de Seguridad de los Estados Unidos, diseñaron desde los 60 y hasta los albores de los 90, el mentado proyecto de aniquilamiento de las economías regionales americanas.

Para ello, era necesario matar, torturar, violar, aterrorizar y hasta desaparecer a varios cientos de miles de pobladores de estas tierras latinoamericanas.


Argentina, con tristes antecedentes en 1930, 1943, 1955 y 1966, vio apagar su luz durante 7 años (1976-1983) en los cuales se perdió la República, se gobernó con la infamia y el terror, se perdió una guerra absurda, se generó hambre y desocupación, se dejó un país embargado internacionalmente, y como herencia más cruel, se sembró el pánico, la apatía por la militancia a favor del crecimiento de la democracia, y a modo de moño para su obra diabólica, se exhibieron los presupuestos educativos más bajos en la historia argentina.


Sólo un pueblo que goce de la verdad, es capaz de revertir su futuro.

Sólo un pueblo en el cual no haya ni el menor rasgo de injusticia social, y que haya aclarado todas sus cuentas pendientes con el pasado, podrá salir efectivamente adelante.

El desafío es el mismo que pensaron hombres de bien como Hipólito Yrigoyen, Alfredo Palacios, Juan B.Justo, Alicia Moreau, Arturo Illia, Lisandro De la Torre y hasta el propio Juan D.Perón: Un país para el reparto justo y el disfrute de muchos, o un país para pocos, basados en el sacrificio de muchos.

SEGUIMOS VIVIENDO EN LA OPCIÓN B. UN POCO MENOS QUE ANTES, QUIZÁS. PERO NO SE HA AVANZADO AÚN HACIA LA ROTUNDA TRANSFORMACIÓN SOCIAL, CON SEVERO PENSAMIENTO DISTRIBUTIVO Y EQUITATIVO DE LA TOTALIDAD DE LAS RIQUEZAS DEL PAÍS, ENTRE LOS QUE LA HABITAN.

Es la gran deuda interna e histórica que muchos argentinos, aún, parecen ignorar o procuran hacer la vista gorda para no ofrecer su inclaudicable compromiso a favor de los que menos tienen y que no son responsables por un sistema socioeconómico basado en la inmoralidad y la injusticia, que los hizo nacer en la miseria, el hambre y el acceso restringido a la salud y la educación.

Que este 24 de Marzo traiga MEMORIA para con aquellos que pensaron en revertir todo esto. Con sus errores y aciertos, pero con la mente plena de ilusiones no individualistas, sino colectivas, para el bienestar general.

Y que este 24 de Marzo no sólo traiga MEMORIA, sino COMPROMISO REAL CON EL PRESENTE Y EL FUTURO QUE SE AVECINA.

jueves, 20 de marzo de 2008



NOCHE CON LLUVIA

Diluvia y no se detiene.
una pareja comparte besos
bajo la atenta mirada
del paraguas heroico.

La lluvia invade los recuerdos,
inunda viejas esquinas
donde un grupo de adolescentes
aún huye entre canciones y el
típico aroma
a promesas que no
se han de cumplir.

Arriba, un disparo
abrazado a fogonazos continuados
como las luces de aquella
película que vimos
hasta nuestro aburrimiento.

Nuevamente llueve
pero decido hacerle frente
a su irremediable acidez:
sutilezas del que aprende
solo
a enjuagar sus mejillas
humedecidas.

jueves, 13 de marzo de 2008

Reflexiones con sentido romántico




EL AMOR EN TIEMPOS URBANOS


Retorno a tu fuente:
precipitaciones discontinuas alteran
mi sangre en ebullición

ahuyenta al recuerdo de mi razón
en la urbe de los conductores
ciegos

reclamo el monopolio de tu amor
a la sombra del árbol
florecido sobre mi patio

aguardo tus besos atrasados
a la orilla de la brisa
de un ocaso

impaciente te busco entre la gente
en este mar de autómatas
e indigentes

el cielo se esconde entre antenas
que desvirgan
el mundo de las flores

te espero detrás de una colina
sos la canción que me convida
nuevos sabores.



Iniciado en un bar, finalizado viajando en el subte A, 11/03/08

sábado, 1 de marzo de 2008

Días de tango


COMO ABRAZADO A UN RENCOR



Letra de ANTONIO MIGUEL PODESTA ("El Gauchito")



(Recitado)
"Está Listo". sentenciaron las comadres y el varón

ya difunto en el presagio, en el último momento

de su pobre vida rea, dejó al mundo el testamento

de esas amargas palabras, piantadas de su rencor...



(cantado)

Esta noche para siempre terminaron mis hazañas

un chamuyo misterioso me acorrala el corazón,

alguien chaira en los rincones el rigor de la guadaña

y anda un algo cerca 'el catre olfateándome el cajón.

Los recuerdos más fuleros me destrozan la zabeca:

una infancia sin juguetes, un pasado sin honor,

el dolor de unas cadenas que me queman las muñecas

y una mina que arrodilla mis arrestos de varón.



Yo quiero morir conmigo,

sin confesión y sin Dios,

crucificao a mis penas

como abrazao a un rencor.

Nada le debo a la vida,

nada le debo al amor:

aquella me dio amargura

y el amor, una traición.



Yo no quiero la comedia de las lágrimas sinceras,

ni palabras de consuelo, no ando en busca de un perdón;

no pretendo sacramentos ni palabras funebreras:

me le entrego mansamente como me le entregué al boton.

Sólo a usté, mama lejana, si viviese, le daría

el derecho de encenderle cuatro velas a mi adiós,

de volcar todo su pecho sobre mi hereje agonía,

de llorar sobre mis manos y pedirme el corazón...